Con este reconocimiento, Gastrónoma premia su contribución a la cultura gastronómica y pone en valor a quienes ayudan a divulgar el sector. Un galardón que quiere poner el foco en que la gastronomía se construye también desde el relato, la emoción y las personas que la llevan más allá de los fogones.
Valencia, 4 diciembre 2025 – Gastrónoma volvió a demostrar que es mucho más que una evento profesional. En una inesperada ceremonia, el certamen entregó los premios Gastrónoma “Echar una mano al sector” a Imanol Arias y David Guapo, dos figuras muy reconocidas a nivel nacional y que, desde ámbitos distintos, han contribuido a divulgar la cultura gastronómica y la identidad culinaria valenciana.
El premio a Imanol Arias se le concedió por haber sabido acercar la gastronomía a la sociedad con sensibilidad, respeto y pasión. Su forma de contar el territorio a través de los sabores y las personas ha ayudado a que muchos descubran el valor de lo que somos cuando nos sentamos a la mesa. El actor agradeció el reconocimiento con un discurso cercano, recordando cómo la gastronomía valenciana —y el arroz en particular— había formado parte de su memoria afectiva y de su relación con la Comunitat.
Por su parte, David Guapo, recibió el premio por su manera única de acercar la gastronomía al público desde el humor, la energía y la cercanía. A través de su participación en proyectos como Clandestinos, ha sido un gran aliado de los cocineros y un magnífico embajador de la cultura del arroz, poniendo en valor nuestra forma de disfrutar y compartir alrededor de la cocina. Con su estilo propio habló de sus experiencias en torno al arroz y celebró el trabajo de profesionales, productores y cocineros que habían convertido a Valencia en un destino gastronómico imprescindible. Su intervención arrancó risas y aplausos en un auditorio que recibió el premio como un gesto de reconocimiento al sector en su conjunto.
Ambos recogieron la pieza diseñada por José Piñero, artesano español conocido por sus vajillas escultóricas y sus colaboraciones con grandes chefs. Su creación convirtió la entrega en un momento visualmente impactante y emotivo, que además dio mucho que hablar: se trataba de una escultura de una mano con cola de sardina, que pretendía ser una metáfora de cómo ambos personajes han echado una mano al sector, haciéndolo grande y aportándole valor.
Con este doble homenaje, Gastrónoma reforzó su vocación de poner en valor a quienes ayudan a expandir la cultura culinaria de la Comunitat Valenciana, desde la alta cocina hasta la divulgación más cercana, subrayando que la gastronomía se construye también desde el relato, la emoción y las personas que la llevan más allá de los fogones.